D. GASPAR ROQUETA I DEBESA VISITÓ SU MAQUETA EXPUESTA EN EL MUSEO

Si visitáis el hangar 7, seguro que os llama la atención una maqueta que está suspendida en la pared del fondo, un B17 Flying Fortress. En pocas ocasiones podemos compartir la experiencia del creador de alguna de las piezas que exhibe el museo, pero en esta ocasión sí pudimos hacerlo.

Ya hace un tiempo, D. Gaspar Roqueta i Debesa visitó el Museo para ver su obra, y pudimos mantener con él una amena conversación. La maqueta de este B17 de vuelo circular fue probablemente la primera que se construyó en Europa con estas dimensiones (2’4 metros de envergadura). En los modelos de vuelos circular el maquetista solo tiene control sobre el timón de profundidad. En este caso, para lograr que el avión vuele de forma circular y se mantenga estable, se distribuye el volumen de los depósitos de combustible de manera que los motores se vayan apagando de fuera hacia adentro, quedando en funcionamiento solo el motor de adentro. Además se dota de cierto ángulo fijo hacia fuera al timón de dirección. Este aeromodelo seguía volando con el motor de adentro que permanecia en marcha. 


La realización de esta maqueta tiene más mérito si pensamos que partió no de planos, sino de un dibujo en una postal, tal y como vemos en la imagen. Corría el año 1953 cuando D. Gaspar inició la construcción de la maqueta, ayudado por Joan Fita en la construcción del fuselaje y motores, y Miguel López en las hélices y los pilotos. Tardó 9 meses en construir la maqueta, realizando el primer vuelo en 1954.

La estructura de la maqueta está realizada con contrachapado de tres milímetros, recubierta de ocumé de 1 milímetro y entelado. Si pensamos que ganaba 75 pesetas a la semana, y que solo cada uno de los cuatro motores valía 650 pesetas, nos damos cuenta del elevado coste que le supuso, en el que fue ayudado por Joan Fita.

Esta maqueta ha realizado 20 vuelos. Después de cada vuelo hay que revisar la tensión de los cables, que son de ½ milímetro, pues si se aflojan se pierde el control sobre la nave. En el primer vuelo despegó antes de lo pensado, lo que supuso toda una satisfacción para sus hacedores.

D. Gaspar ha realizado más de 250 maquetas y ha ganado diversos trofeos de aeromodelismo, si bien afirma que en todos sus modelos ha buscado siempre la fidelidad al original, el realismo, antes que las prestaciones que le pudieran dar la victoria en un concurso.

En 2012 se iniciaron las gestiones que condujeron a la donación de la maqueta al Museo del Aire y su exposición en el hangar 7. Vale la pena acercarse para ver esta pieza única, más aún conociendo toda la historia que hay detrás de ella.

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