
Como veis en las imágenes, seguimos poco a poco con los trabajos de restauración de la Stinson, en concreto con la puerta del maletero.
Tras entelar la puerta, se instaló el conjunto de cerradura y tirador. Una vez ajustado y comprobado el cierre, colocamos el relleno del interior. Antiguamente, esto se hacía con borra de miraguano pero, actualmente, se hace con un material sintético que es mucho más económico y fácil de encontrar. Este relleno ayuda a aislar térmica y acústicamente el interior del avión.
Por otro lado, se ha colocado el borde metálico. La dificultad ha venido por la deformación del material que, por el paso del tiempo, presentaba en algunos puntos y que se ha corregido mediante el método tradicional en chapistería: martillo y cuidado al golpear. Tras atornillarlo al marco de la puerta, hemos colocado una cinta de algodón para proteger los tornillos. De nuevo, se ha usado Novavia para pegar y tensarla. Por último, hemos completado la puerta instalando el panel posterior de la misma.
Todo esto hace que la puerta esté prácticamente finalizada para instalarla en el avión, sólo falta colocar la bisagra y ajustarla al marco propio del fuselaje. Como veis, son muchos trabajos realizados de manera artesanal, casi al igual que hace 80 años cuando fue construida.